Los niños a la edad de 3 años son como una esponja dispuesta a absorber todo lo que le rodea, en este momento de la vida el cerebro de los niños está en pleno desarrollo por lo que asimilan con gran facilidad todo lo que se les indique, siendo para los expertos el mejor momento para introducir un aprendizaje importante como es el de un segundo idioma.
Para muchos padres esto es ideal pues así fomentan el bilingüismo en sus hijos, lo que sin duda en un futuro les será de gran ayuda, sin embargo algunos temen que esto genere confusión en los menores retrasando su aprendizaje normal.
Los temores respecto al cerebro de los niños son normales, de todas maneras son aun pequeños y cada paso que se dé va a ser significativo en su vida, sin embargo son en muchas ocasiones infundados ya que se ha descubierto que por el contrario, aprender un segundo idioma desde pequeños les potencializa el cerebro ayudándolo a mejorar otros aspectos cognitivos y sociales en los que tienen ventajas sobre los niños monolingües.
El cerebro de los niños se potencializa con cada estimulo
A una edad tan tierna como los 3 años muchas de las cosas que pasan en el entorno son asimiladas como aprendizaje, el niño se está preparando para afrontar muchos cambios en su cuerpo, en su mente y en su conciencia, por lo cual todo lo capta por imitación.
Cuando se brinda la oportunidad de que aprende otro idioma desde pequeño se ayuda al cerebro de los niños a flexibilizarse, dándoles la oportunidad de aprender con mucha más facilidad otros idiomas en el futuro.
Además de ser una ventaja competitiva en su futuro, estimula las áreas lingüísticas del cerebro generando más conexiones neuronales mejorando así el funcionamiento del cerebro en general, adicional a esto los niños bilingües tienen más capacidad de concentración lo que les posibilita hacer varias actividades al mismo tiempo de manera efectiva, son más ágiles, más creativos y con una mejor memoria.
Como se puede ver los beneficios cognitivos de tener una segunda lengua son mucho más amplios de lo que podría imaginar. A nivel social también trae grandes beneficios, se estima que los pequeños bilingües entablan relaciones más fácilmente, son más sociables, más seguros y más participativos, en general aumenta su confianza en sí mismos y los vuelve más autónomos.
Dos idiomas en el cerebro de los niños es un mundo de posibilidades
Cuando el cerebro de los niños asimila una segunda lengua se vuelve más flexible y esto no solo aplica a la ventaja que adquieren para aprender mejor y más rápido sino también para aprender a respetar culturas diferentes a la propia.
Tener un segundo idioma no es solo saber hablarlo es también entender de donde viene y el contexto de ese lugar, por ende es normal que se llegue a conocer totalmente la cultura de esa segunda lengua una vez se aprenda, con esta diversidad cultural implícita de forma natural el niño no verá extraño niños de otras etnias, lenguas, ni similares, claro está si este comportamiento tolerante es reforzado en casa.